Envejecer con diseños inclusivos
Carmen Gómez Pozo
Dalvis Bacallao Borroto
En el año 2016 nos impactaban las noticias sobre el envejecimiento poblacional a nivel mundial y la falta de remplazo generacional, proceso que se ha acelerado notablemente en la última década. De este fenómeno se derivan necesidades humanas de suma importancia y amplitud, a tal punto que fuentes especializadas colocan su alcance al nivel de las amenazas generadas por el cambio climático.
En aquel entonces, el país se hallaba inmerso en la discusión de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021. No exento de esta panorámica, el proyecto convoca en su artículo 116 a: “Garantizar la implantación gradual de la política para atender los elevados niveles de envejecimiento de la población. […] Continuar estudiando este tema con integralidad”.
En Cuba, las estadísticas pronostican para el año 2020 que el 21,5 % de la población será mayor de 60 años. Es decir, serán adultos mayores aquellos nacidos con el triunfo de la Revolución en 1959. Para el 2030 la cifra ascenderá a 30,3 %, lo que significa que más de la cuarta parte de la población pertenecerá al grupo de personas de la tercera edad.
Teniendo en cuenta estos datos, el Dr. Alberto Fernández Seco[1] expresaba recientemente —en un artículo publicado por el diario Granma el martes 14 de agosto del 2018— que no podemos diseñar políticas para personas sin contemplar sus necesidades y criterios, y en el caso de los adultos mayores, si queremos sociedades amigables, hay que tenerlos en cuenta e incluirlos, porque no son solamente un sector de la población que necesita cuidados, sino también la historia viva de los pueblos, y los cubanos sentimos gran orgullo de nuestros adultos mayores: la generación protagonista de los grandes cambios sociales de nuestro país.
Son dignas de reconocimiento las políticas implementadas hasta hoy en el país que han tributado a aumentar considerablemente la expectativa de vida de la población. No obstante, aún son insuficientes las acciones, y la magnitud del desafío nos obliga a enfrentarnos a retos cada día más complejos.
Entonces, ¿qué hacer desde la disciplina del diseño y su compromiso responsable para enfrentar la emergente situación?
La Oficina Nacional de Diseño (ONDi) establece entre sus funciones organizar y ejecutar la política estatal de diseño en Cuba. Así, se impone actuar frente al envejecimiento poblacional y estimular la integración a otras políticas vigentes.
El primer paso que dio la Oficina fue iniciar un grupo de investigaciones. Era imprescindible profundizar en las características de la imperante situación, y empaparse de referencias y antecedentes tanto nacionales como internacionales para trazar una estrategia de trabajo acertada. Se debían detectar las necesidades y problemáticas más recurrentes de nuestros ancianos, así como sus aspiraciones, y, desde la comprensión, gestionar y desarrollar propuestas de diseño con carácter preventivo.
Como resultado de las indagaciones emergieron posibles acciones bajo el enfoque que propone el gerontodiseño, joven especialidad dentro de la disciplina, que busca proyectar espacios, comunicación, bienes y servicios, con y para los adultos mayores, mediante un diseño sustentable, emocional, universal e inclusivo. Se distingue por anticiparse a las consecuencias provocadas por un medio construido deficientemente, que influye de manera negativa en el curso de la vida. Apunta a crear una convivencia amigable con un entorno más accesible, confortable y menos incapacitante, eliminado todas las barreras posibles, a fin de mejorar la calidad de vida del hombre.
El carácter multidisciplinario e intersectorial del gerontodiseño demanda importantes alianzas institucionales. Las primeras colaboraciones tuvieron lugar entre los especialistas de la ONDi, el Instituto Superior de Diseño, la Sociedad Cubana de Gerontología y Geriatría (SCGG), el Centro de Investigaciones sobre Envejecimiento, Longevidad y Salud del Adulto Mayor de Cuba (CITED), el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), y el Grupo de Investigación y Acción Urbanas (INVacURB)[2] de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Tecnológica de La Habana “José Antonio Echeverría”, CUJAE.
El resultado de estas interacciones permitió conceptualizar las directrices para articular una política pública comprometida con el desafío, e hizo posible iniciar un proceso de sensibilización a instituciones y entidades decisoras, que tuvo su punto de partida en el marco de CUBAINDUSTRIA 2016. Allí fueron presentados por la ONDi cuatro ejes o áreas objeto de diseño, definidos fundamentalmente por las escalas de trabajo y las diferentes especialidades involucradas.
CONTINUIDAD
A inicios del 2017, la ONDi comenzó a gestar nuevas propuestas, teniendo como visión desarrollar y hacer interactuar diversos trabajos vinculados al gerontodiseño. Entre ellas, propuso un ambicioso proyecto de impacto urbano nombrado Barrio Diseño, donde se sugiere intervenir en parte del equipamiento y espacio urbano en el entorno inmediato a la sede de la Oficina.
Por las mismas fechas, la ONDi fue invitada a participar en el Coloquio Internacional de Gerontología, a celebrarse en La Habana, organizado por la SCGG y la Federación Internacional de las Asociaciones de Personas Mayores. En reciprocidad, la Oficina diseñó la gráfica mediante la cual se expuso el Proyecto Integral para el Envejecimiento Saludable del municipio Plaza de la Revolución (PIES Plaza)[3], que se convirtió en la imagen que acompaña al proyecto en la actualidad.
INVacURB también gestó iniciativas para implementar a escala municipal. El grupo, en ejercicios docentes con alumnos de 5to año, desarrolló dos proyectos urbanos enfocados en la accesibilidad. El primero llamado La milla de Pánfilo, una iniciativa del Dr. Arq. Jorge Peña Díaz, que propone un recorrido urbano para los adultos mayores como grupo vulnerable, y contiene los fundamentos de la accesibilidad universal. Fue ubicado en el Vedado, en el entorno de la residencia del proyecto PIES Plaza. Y el segundo, Un barrio para mis abuelos, a desarrollar en los alrededores de la sede de la ONDi en Nuevo Vedado. Este último resultó complemento de la propuesta del proyecto Barrio Diseño. Ambos ejercicios son propuestas para el municipio Plaza de Revolución específicamente, ya que es el más envejecido del país, con más del 27% de su población conformada por adultos mayores.
EL TALLER
Transcurre el año 2018, y nos encontramos a menos de un año para celebrar dos importantes acontecimientos: la II Bienal de Diseño de La Habana (BDHabana 2019), y paralelamente el aniversario 500 de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana.
Por tal motivo y previendo el futuro inmediato, la ONDi convocó al taller “Envejecer con calidad de vida”, en el marco de la XV Semana del Diseño, que tuvo lugar el pasado mes de mayo en el Centro de Estudios Che Guevara.
El objetivo principal del encuentro fue implicar, integrar y hacer compartir, en un ambiente coloquial, a instituciones y especialistas de diversas profesiones involucradas en proyectos de gerontodiseño[5]; y desde allí propiciar nuevas alianzas, enriquecer voluntades comunes, convocar a nuevas entidades y llevar a debate la multiplicidad de puntos de vistas y proyectos en curso. De todo el intercambio, el resultado debía promover la gestión de nuevas propuestas a corto, mediano y largo plazo, con la posibilidad de ser desarrolladas y presentadas en el marco de la II Bienal de Diseño.
Con la presencia del diseñador mexicano Andrés Valencia[5] como facilitador, se formaron equipos a partir de los cuatro ejes de actuación del diseño, con la condición de que primara el carácter multidisciplinario en el transcurso del taller. El método propuesto por el diseñador contaba con reglas de trabajo en equipo que establecían: argumentar los porqués de las propuestas, escuchar y aportar, ser propositivos y constructivos, y propiciar empatía e inteligencia emocional.
El diseño, desde la filosofía proyectual que se promueve a través de una óptica multidisciplinaria, convocó a centrarse en el adulto mayor como individuo y/o grupo social. En el encuentro se hizo énfasis en priorizar las necesidades de este grupo, que es quien las demanda, y evitar soluciones segmentadas.
Este fue el primer peldaño hacia la integración de instituciones y especialistas que cruzaron visiones, enriquecieron las perspectivas para futuras intervenciones, e identificaron el valor de objetivos tales como:
• Identificar y convocar a instituciones y organizaciones responsables del cambio social y potenciar alianzas.
• Promover la comprensión de la vejez como etapa positiva de la vida. Enseñar a envejecer satisfactoriamente.
• Promover acciones y contenidos educativos, desde la primera enseñanza y hasta la formación profesional, cuya meta sea fomentar la atención y el cuidado de los adultos mayores, resaltando los valores de la tercera edad.
• Favorecer la presencia del diseño y todas sus esferas en los medios de comunicación para dar a conocer a la población fortalezas de la disciplina aplicada al envejecimiento de la población.
• Trabajar en todas sus escalas del entorno construido a fin de crear espacios inclusivos generadores de un envejecimiento activo.
• Lograr espacios, productos y servicios que estén diseñados y pensados para el bienestar de todos, incluyendo a la tercera edad.
• Promover que las ayudas no sean productos para ancianos sino prestaciones que tengan los productos.
• Desarrollar tecnologías e innovaciones que incluyan al adulto mayor.
Surgió del intercambio un amplio abanico de acciones para intervenir la ciudad y consolidar espacios confortables, seguros, comunicativos e inclusivos, compatibles con los principios y áreas temáticas de las ciudades amigables con los adultos mayores que promueve la Organización Mundial de la Salud.
Desde esa plataforma se presentaron a los participantes algunos proyectos en curso, y se analizó la necesidad de concebir modelos propios, idea resaltada por el Dr. Jesús Menéndez. El taller aportó importantes conclusiones y la apertura a nuevas alianzas e investigaciones, tal y como se propuso. Una de las conclusiones más relevantes fue la necesidad emergente de intensificar las tareas de sensibilización de la sociedad y sus instituciones decisoras, puesto que a pesar de los esfuerzos aún prima la falta de información y comprensión para implementar en los proyectos los imprescindibles principios de la accesibilidad universal. El Dr. Humberto Arencibia Pérez, presidente de la SCGG, puso de relieve estos temas esenciales en su presentación en el taller. Es función del diseño, desde su gestión, ser capaz de adaptar los espacios, productos y servicios destinados a una sociedad que envejece más rápido que lo que es capaz de transformarse.
PERSPECTIVAS Y RETOS
Hoy el proyecto en discusión para la nueva Constitución de la República de Cuba reza en su artículo 73, párrafo 201 que: “El Estado, la sociedad y las familias tienen la obligación de proteger y asistir a los adultos mayores en lo que a cada uno corresponde y de promover su integración social”. Y es prácticamente incuestionable que estamos comprometidos a continuar actuando de forma responsable frente al desafío, unidos y en pleno ejercicio del trabajo bajo estructuras colaborativas.
En tal sentido hay que destacar la participación e interés del gobierno, como ocurre en el municipio Plaza de la Revolución, por su disposición a participar en la implementación de soluciones, y por estar atento a las necesidades de la población, las instituciones y entidades involucradas en este tema social.
Para el 2019 tenemos una tarea colosal, La Habana nos espera con nuevas ideas, encuentros, proyectos y acciones para su 500 cumpleaños; y la II Bienal de Diseño de La Habana nos convoca a llevar el diseño por todo el país con otras miradas, más inclusivas y accesibles.
Queda usted, estimado lector, invitado a participar en la continuidad de la construcción de nuestra sociedad con una población que envejece y requiere mayor presencia del buen diseño para todos, incluidos nosotros, los adultos mayores del futuro.
1. Dr. Alberto Fernández Seco, director a nivel nacional del Departamento del Adulto Mayor y Asistencia Social del Ministerio de Salud Pública, MsC. Gerontología Social.
2. INVacURB es dirigido por Jorge Peña Díaz, arquitecto (La Habana, 1995), máster en Ingeniería Ambiental e Infraestructura Sostenible (Estocolmo, 2001), doctor en Ciencias Técnicas (La Habana, 2005), profesor titular; y por Joiselén Cazanave Macías, arquitecto (La Habana, 1995), doctor en Ciencias Técnicas (La Habana, 2008), profesor titular.
3. El proyecto es gestionado por la SCGG y el gobierno municipal de Plaza de la Revolución.
4. Los participantes fueron: la ONDi (organizadores); profesores y estudiantes del Instituto Superior de Diseño y la Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría”; INVacURB; funcionarios del MINSAP, del Instituto de Higiene y Epidemiología y del CITED; especialistas del Centro de Investigaciones Neurológicas; coordinadores del proyecto PIES Plaza y funcionarios del gobierno del municipio Plaza de la Revolución.
5. Di. Andrés Valencia, CEO-Futurist Change Consulting, Guadalajara, México.