15 diciembre, 2022

Más cerca de los dioses al devolver “el pneuma”

La BID, la Fundación Diseño Madrid (DIMAD) y su Comité Asesor, comunicaron que el jurado de la 8ª Bienal Iberoamericana de Diseño (BID22), formado por: Katrin Müller-Russo (Alemania), Gustavo Greco (Brasil), Candela Cort (España), Odile Hainaut y Claire Pijoulat (Francia/EEUU) y Alejandro Magallanes (México), ha otorgado al proyecto Pcuvente. Proyecto Cubano de Ventilador de Emergencia, Mención en Diseño e Investigación.

Este trabajo tiene un lugar destacado en la exposición BID22, en el catálogo, la galería web y ha recibido el Sello BID correspondiente al galardón recibido. De tal modo, al tratarse de un proyecto destacado, a partir del 13 de diciembre estará expuesto tanto en el Museo Nacional de Artes Decorativas hasta el 26 de marzo, como en la Central de Diseño hasta el 5 de febrero.

Esta distinción pone en valor el trabajo profesional desarrollado; resulta un estímulo motivador para el equipo interdisciplinario que lo hizo posible y da visibilidad internacional al proyecto.

En este mismo año Pcuvente ha obtenido otros galardones como: el “Premio Nacional a la Innovación Tecnológica” del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y el “Gran Premio del Premio ONDi Diseño 2022” que otorga la institución homónima.

El mencionado proyecto surgió durante la pandemia de la Covid-19. El 11 de marzo de 2020 se registraban en Cuba los primeros casos del nuevo Sars-Cov-2. Ya para ese entonces, se recibían noticias de otros países en los que se evidenciaba la falta de insumos sanitarios, al saturarse los sistemas de salud y en particular, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

Entre los recursos que escaseaban, resaltaba la insuficiencia de ventiladores mecánicos; dando como resultado que, en determinadas situaciones, el personal médico tenía que dolorosamente decidir a cuál paciente asistir, de acuerdo a sus posibilidades de supervivencia.

Cuba debía prepararse para el peor escenario: debía aumentar el número de ventiladores disponibles en el menor tiempo posible. A este inmenso reto, se sumaba el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, que impedía la adquisición de material médico y el quiebre de las cadenas regulares de suministro como consecuencia de la pandemia.

Se impuso entonces el objetivo de diseñar un ventilador de emergencia invasivo que debía ser construido, principalmente, a partir de componentes, materias primas y tecnologías existentes en el país. Para desarrollar esta tarea se creó un grupo interdisciplinario dirigido por el Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO), al que se sumó el Centro de Investigación-Desarrollo-Producción (CIDP) “Grito de Baire” -perteneciente a la empresa homónima de la Unión de Industrias Militares (UIM)- y la Oficina Nacional de Diseño (ONDi). Colaboraron, además, numerosos actores bajo diversas formas de gestión (estatales y privados); así como el Ministerio de Salud Pública y el Centro Nacional de Electromedicina.

El proyecto se nombró PCUVENTE: Proyecto Cubano de Ventilación de Emergencia, y su principal objetivo fue el de desarrollar un ventilador mecánico de emergencia, cuyo diseño implicara bajos costos productivos, con prestaciones básicas y en el menor tiempo posible. Para esto se debía emplear al máximo las capacidades productivas y los materiales existentes en el país, y recurrir al mínimo posible de insumos importados.

De tal modo, se definió a PCUVENTE como un Ventilador de Emergencia: concepto que abarca a los ventiladores que se utilizan en situaciones de urgencia médica, dentro o fuera del hospital. Este tipo de ventiladores suele ser portable y de funciones muy básicas.

El Proyecto Cubano de Ventilación de Emergencia asumió este estudio como el principio de funcionamiento del equipo a desarrollar; añadiendo funcionalidades y prestaciones al uso del mismo, a partir de los criterios médicos recibidos, y en correspondencia con las normativas del organismo regulador de equipos y equipamientos médicos en Cuba.

Los diseñadores trabajaron en el diseño industrial del PECUVENTE y en su interfaz gráfica. Se definieron premisas conceptuales que tuvieron en cuenta el estado del arte de productos homólogos creados a nivel internacional; el principio de funcionamiento desarrollado por el MIT en el 2020 para automatizar un AMBU [1]; así como las premisas generales establecidas para el proyecto a desarrollar.

Sobre una maqueta funcional se analizaron los principales factores que impactarían en el diseño final del equipo: entre ellos funcionales, de uso y contexto de uso; teniendo en cuenta los técnicos-productivos y los comunicacionales. Estos últimos de vital importancia para un equipo médico de esta naturaleza.

Gracias al trabajo interdisciplinario se definieron y estructuraron las zonas funcionales y los portadores de función (chasis, bloque mecánico, bloque electrónico y de instrumentación, circuito de paciente, etc.); las relaciones entre estos para garantizar la funcionalidad y facilidad al uso; logrando así un diseño coherente en su conjunto.

Entre el 2020 y el 2021 fueron producidos un total de 243 unidades del PCUVENTE, las cuales se instalaron en hospitales de varias provincias de Cuba afectadas por la COVID – 19.

Miles de cubanos estuvieron conectados a este ventilador de emergencia en los momentos más críticos de la pandemia durante el año 2021.

Con el PCUVENTE se logró salvar vidas y minimizar el impacto por la falta de equipos ventiladores mecánicos que Cuba no pudo adquirir en esos años por diversas causas.

Este equipo es un resultado de alianzas y de un proceso intenso de trabajo innovador e interdisciplinario.

[1] El MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) hizo público un estudio para automatizar un AMBU o resucitador manual, que proporciona ventilación con presión positiva a los pacientes que no respiran o tienen dificultad para ello.

Estudio del chasis a partir de chapas metálicas.

Estudio para la ubicación de los portadores de función a partir de las zonas funcionales identificadas.

Ejemplos de pantallas para la interfaz gráfica de la aplicación desarrollada para el equipo.

Validación en las UCI con pacientes afectados con la COVID – 19