7 octubre, 2019

Cuba: la singularidad de un homenaje en México

Por: Comunicación ONDi

El diseño puso en letras grandes el nombre de Cuba en la noche de este 5 de octubre, al quedar inaugurada en Ciudad de México una exposición que rinde tributo a la historia y actualidad de dicha profesión en la Mayor de las Antillas.

Cuba: la singularidad del diseño, es el nombre de esta muestra con sede en el prestigioso Museo de Arte Moderno (MAM) de la ciudad, y en la cual se exhiben casi 100 piezas diseñadas por profesionales cubanos de diversas generaciones: muebles, cerámicas y otros objetos de menor escala, carteles, fotografías, maquetas, materiales gráficos y audiovisuales.

De izquierda a derecha, Natalia Pollack (directora del MAM), Laura Ramírez (subdirectora de INBA), Pedro Núñez Mosquera (embajador de Cuba en México) y Marco Coello (director cultural de DWM)

La inauguración contó con la presencia de Pedro Núñez Mosquera, embajador de Cuba en esa nación. En el acto lo acompañaron Natalia Pollack, directora del MAM y Laura Ramírez, subdirectora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Junto al embajador estuvo también Marco Coello, director cultural de Design Week México, evento promotor de esta exposición y de otras actividades dedicadas a Cuba como país invitado de la cita.

Las curadoras Jimena Acosta e Inbal Miller comentaron a La Jornada su interés de dejar entrever en la expo “de qué manera el proyecto revolucionario utilizó estratégicamente el diseño como una herramienta para el cambio social”.

Las piezas que conforman esta trascendental exhibición podrán ser apreciadas, según se anunció, hasta marzo del 2020.

Mecedora y silla para la escuela Camilo Cienfuegos de Clara Porset

La inmarcesible butaca Guamá de Gonzalo Córdoba

De Luis Ramírez las butacas Rodo y Mondrián (izquierda y centro), a la derecha la silla Luigi de Gonzalo Córdoba

Al centro, bajo el cartel Obama (de Arístides Hernández) la butaca de Roberto Gottardi (metal y fibra vegetal), a la derecha bajo el cartel de Berta Abelenda, la silla de Vittorio Garatti y Sergio Baroni, a la izquierda

Cartel Besos robados de René Azcuy

Conjuntos Giros de Luis Ramírez y (izquierda) y Trópico (derecha), al centro vajilla de Teresita Fernández

Butacas rojas, la de madera contrachapada de Heriberto Duverger y la de metal y cordón de nylon de Reinaldo Togores

Con el contraste azul amarillo la luminaria Esferas (María Teresa Muñiz) y la silla Monstruo (Eva Bjorklund), detrás el Che refulgente de Alfredo Rostgaard

De izquierda a derecha los carteles La rosa y la espina (Alfredo Rostgaard), Un cantar del pueblo latinoamericano (Umberto Peña), Por primera vez / Vampiros en La Habana (Eduardo Muñoz Bachs) y Vampiros en La Habana (Nelson Ponce)