15 mayo, 2020

«Sanas Palabras» 15 de abril

Sanas palabras… una introducción

Un día, iniciado el mes de abril, despertamos con el anuncio de que una segunda brigada de médicos cubanos partiría hacia Italia. Apenas un par de semanas antes, el 23 de marzo, en pleno apogeo de la lucha contra la COVID-19 en Cuba, la primera de estas brigadas había llegado a la región de Lombardía para prestar asistencia a uno de los países más golpeados hasta entonces por la pandemia. Con aplausos habían sido despedidos de tierra cubana, con agradecimiento fueron recibidos los 52 profesionales de batas blancas en Milán.

Si bien la colaboración médica cubana ha dispuesto sus fuerzas para combatir la enfermedad en alrededor de 20 naciones, el hecho de que uno de los países del primer mundo estuviera entre los que aceptaban nuestra solidaridad dañaba mucho el orgullo del imperio, ocupado hace tiempo en desacreditar la humana labor de nuestros sanitarios. Fue así como iniciaron una campaña de descrédito agresiva que tuvo, como más tajante respuesta, la solicitud a Cuba por parte de Italia de enviar una segunda brigada.

Así llegaron, el 13 de abril, estos 38 nuevos profesionales de la salud a Turín (región de Piamonte), y con ellos llevaron a un cronista que, desde el aterrizaje, nos ha venido narrando las odiseas de cariño de nuestros médicos: el que dan y el que reciben en una tierra donde, cada tanto, se escucha a alguien entonar, indistintamente, el himno Bella Ciao, el nacional de Cuba o el Hasta siempre, Comandante, de Carlos Puebla.

La Oficina Nacional de Diseño ha realizado una recopilación de las primeras crónicas escritas por el ensayista y periodista Enrique Ubieta y las ha acompañado de una ilustración que ponemos a consideración de nuestros lectores. Los invitamos a reír, a llorar y a sentir que el pecho se nos colma de orgullo a través de estas palabras de oro.

15 abril, 2020

Primera secuencia de fotos. Aeropuerto de Turín. La brigada médica se prepara para descender a la pista. Antes, el embajador cubano en Italia, José Carlos Rodríguez, sube a la aeronave y habla con los brigadistas. Abajo, deben formarse en varias filas guardando la distancia adecuada, según una marca en el piso.

Brigada médica cubana en suelo piamontés.

El gobernador de Piamonte, Alberto Cirio, le entrega la bandera de Italia al Dr. Julio Guerra Izquierdo, jefe de la brigada cubana. El embajador entrega a dos colaboradores el estandarte de la brigada, símbolo de la amistad entre los dos pueblos. Y hace uso de la palabra, y seguidamente, el gobernador y la alcaldesa de Turín. Algunas aeromozas lloran de la emoción. Jóvenes integrantes de la Agencia Italiana para la Cooperación Económica y Cultural con Cuba portan una tela que dice: «Bienvenidos a Torino. Gracias Cuba». Al finalizar el acto los brigadistas son examinados para determinar si portan el virus y se aíslan. Los resultados se reciben en la tarde-noche: todos son negativos. Se inicia oficialmente la colaboración cubana en esta ciudad.

Enrique Ubieta