Perspectivas a la luz de una política de diseño en Cuba
Gisela Herrero García
Los objetivos de desarrollo de la economía en Cuba hasta 2030 contemplan el logro de una sociedad próspera y un proyecto social sostenible. Tal premisa demanda del Gobierno cubano no solamente una voluntad política, sino un pensamiento estratégico en pro del desarrollo que propicie la máxima calidad de productos y servicios para que, como consecuencia, estos alcancen un alto nivel de posicionamiento, y con ello un crecimiento de la actividad comercial tanto dentro como fuera de fronteras. Contribuir con ese empeño es uno de los derroteros de la Oficina Nacional de Diseño (ONDi), al arribar a sus 40 años.

A solo 6 meses de su lanzamiento, el rediseño de imagen de la marca Apisun, potenció un aumento en el promedio de ventas mensuales de la miel cubana de 43 a 62 toneladas.
Podemos afirmar, sin dudas, que tales propósitos no son realizables sin una intervención consciente y proactiva del diseño en los procesos de desarrollo. El lineamiento 111 de la Política Económica y Social del país, asociado al fomento de las vías de acceso a los servicios profesionales de diseño por la industria y las instituciones, tiene implicaciones que rebasan el propio marco de su enunciado.

Aplicación gráfica de la campaña por el aniversario 40 de la Oficina Nacional de Diseño.
En el programa del Partido Comunista de Cuba para el periodo 1975–1980 se recoge y expresa: “el rol del Diseño resulta esencial para lograr eficiencia, eficacia y competitividad, no solo para el mercado nacional y la satisfacción de las necesidades del pueblo con calidad, sino para la exportación”. Corresponde a la Revolución y al pensamiento estratégico de Fidel el mérito de haber creado una institución que atendiera integralmente al Diseño.
El 9 de julio de 1980 se funda la Oficina Nacional de Diseño Industrial (actualmente Oficina Nacional de Diseño) por el Acuerdo No. 761 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros. La ONDi es la entidad rectora del Diseño en Cuba, encargada de conducir y aplicar las normativas contentivas de la Política en materia de Diseño de Comunicación Visual y de Diseño Industrial.
A partir del presupuesto de que la fundación de la Oficina Nacional de Diseño constituye per se una política pública a favor del Diseño, y a tono con sus atribuciones y funciones, desde el año 2013 la ONDi comienza a dar los primeros pasos para dotar al país de una Política que viabilice la implementación de dicho lineamiento en todas sus implicaciones. La propuesta, actualmente en fase de consulta, aporta visiones a futuro que apuntan al logro del nivel deseado y a tono con el estado del arte en el contexto internacional.
En torno a ello, las miradas internacionales consultadas tienen en común la aproximación a un modelo de Gestión del Diseño suscrito por el Instituto Tecnológico de Milán, con un enfoque basado en la capacidad del Diseño como elemento conductor de las políticas de innovación y desarrollo. Su denominación en inglés, design driven innovation, da idea de que se parte de la premisa de satisfacción de las necesidades del consumidor como el principal elemento desencadenante del desarrollo, así, no solo hace uso de los avances científico-tecnológicos, sino que incluso los propicia. Esta relación se da toda vez exista una analogía entre diseño y empresa al amparo de la investigación sobre nuevos perfiles de usuarios y de los productos y servicios necesarios para satisfacerlos.
Tales conceptos impactan a todo el sistema de actores involucrados: los gobiernos, los centros para la formación de profesionales, las empresas, las instituciones y entidades vinculadas a potenciar e implementar la presencia del Diseño en las políticas públicas, los programas de desarrollo y la sociedad.

Nuestra marca país busca respaldar los valores identitarios más altos de la nación.
En tal sentido, convendría entender al diseño en su dimensión creativa, lo cual implica el reconocimiento del valor de lo intangible que aporta. Esto se asocia a un reconocimiento de la profesión que contemple incentivos para el máximo desempeño de la actividad por sus profesionales, del mismo modo que para otras actividades afines y saberes técnicos y/o humanísticos con los cuales cuenta el diseño para sus abordajes integrales. Incluye, entre otros aspectos, tarifas adecuadas para el pago de los proyectos, disponibilidad y posibilidades de acceso a los recursos materiales y un marco regulatorio que facilite que las empresas e instituciones puedan acceder a los servicios de diseño.
Es imprescindible posicionar en el pensamiento de los decisores la necesidad de estimular económicamente el Diseño, borrando definitivamente la errónea concepción de verlo como un gasto, y no como una necesaria inversión revertida en el incremento de la calidad de los productos y servicios y, en consecuencia, su creciente impacto en el mercado y la generación de utilidades. Encontrar la figura a través de la cual se genere un sistema de incentivos para la promoción del Diseño y la estimulación de las empresas y organizaciones que lo asuman con resultados significativos, es una vía para alcanzar estos fines.

Aplicación gráfica de la campaña por el aniversario 40 de la Oficina Nacional de Diseño.
Una indudable fortaleza actual para el Diseño en Cuba es contar con una población considerable de diseñadores y especialistas de otras disciplinas autorizados a ejercer la actividad, debidamente inscritos en el Registro de Diseño de la ONDi, con un apreciable nivel de formación profesional. Sin embargo, esto solo no basta; se ha de trabajar en el incremento de la cultura de diseño y una visión prospectiva del desarrollo por parte de los directivos y decisores del entramado institucional, desde el gobierno, los Organismo de la Administración Central del Estado, y el sistema de entidades, tanto del sector estatal como del no estatal.

El diseño de identidad y aplicaciones de la marca ciudad La Habana, de los diseñadores Joan Mendoza y Biadice Quiñones, acompañó los festejos de la capital por su medio siglo y logró en gran medida diseminar diseño por toda la ciudad.
De tal suerte, podrían generarse programas para el desarrollo profesional a partir de modalidades de recalificación y posgraduación, dirigidos no solo a los diseñadores sino, además, a especialistas a cargo de las actividades de desarrollo, innovación, gestión de diseño y mercadotecnia. Hecho así, la incorporación del Diseño al caudal de conocimientos del futuro empresario permitirá contar con un pensamiento estratégico y facilitará el diálogo con los profesionales del Diseño.
Por otra parte, nuestro país cuenta con reservas insospechadas asociadas al desarrollo de las industrias creativas, incluidas las llamadas industrias culturales, y aquellas vinculadas al desarrollo local. Las relaciones de trabajo entre artesanos y profesionales del Diseño, con la puesta en relieve de las tradiciones en función del desarrollo de productos y servicios, permitirían posicionar elementos culturales e identitarios en los usuarios.

La colección de muebles Guajiro, de los diseñadores Carilyn de la Vega y Carlos Pérez, se inspira en el sombrero guajiro cubano, muestra de la tradición artesanal de la cestería para llegar al uso doméstico: mobiliario fresco, de fibras naturales, apropiado para nuestro clima y orgulloso de la más autóctona identidad campesina.
En sintonía con lo anterior, nuestras industrias creativas formarían parte de los rubros exportables y portadores de soberanía tecnológica e imagen país vista desde sus verdaderas esencias. Para cuando esto ocurra, se habrá comprendido que la llamada Imagen País, tan promocionada hoy en espacios comerciales de diversas naturaleza y escalas…, no cabe en un simple pulóver, una jarra de cerámica importada y a veces mal cocida o en un llavero de acrílico. Se estaría a salvo del frecuente error de decir “vender productos o servicios de Imagen País”. La imagen no se vende, se transmite desde la conjunción armónica y sólida de modos, proyecciones y bondades distintivas bien representadas.

Marca país aplicada a un producto con alto valor simbólico y cultural para los cubanos y foráneos.
Esto no implica en absoluto descuidar los requerimientos de la industria y los servicios a gran escala, vinculados a los planes de exportación tanto en renglones tradicionales como emergentes. Pero este salto debe acompañar a los programas para el desarrollo de la ciencia y la innovación que rige el CITMA. La perspectiva del Diseño integrado a la innovación incremental, el desarrollo de tecnologías y el uso de nuevos materiales son algunas de las aristas posibles. Este proceso debe acontecer junto a los correspondientes enfoques de la protección legal y los derechos sobre la propiedad intelectual, a la luz del marco regulatorio vigente para esta temática.
De igual manera, es preciso contar con un observatorio de diseño como repositorio de las nuevas tendencias internacionales, fuente de información vital para los diseñadores y desarrolladores de productos. Proceso este que debe tomar en cuenta los indispensables estudios de mercado y el monitoreo de las demandas de los usuarios. La labor de prospección de nuevos nichos de mercado para nuestros productos y servicios, así como la evaluación de la concurrencia es un requerimiento meridiano para enrumbar los nuevos desarrollos, impactar el consumo y crecer en los niveles de exportación.
Ello implica una participación del Diseño como incubadora de ideas generadoras de bienes y servicios que estimulen de modo efectivo dicho crecimiento. Nuestro país ha estado sometido por décadas a la asimetría económica, resultante del efecto cada vez más palpable del bloqueo impuesto por sucesivas administraciones del gobierno de los EE.UU., la coexistencia de monedas con desigual valor cambiario, las limitaciones tecnológicas de la industria, etcétera. En este contexto, la visión del Diseño en su rol estratégico deberá ser la de elemento dinamizador capaz de paliar las situaciones de crisis, y el principal motor para potenciar un cambio que permita salir de ellas. Un ejemplo palpable lo constituyen las propuestas de soluciones para el enfrentamiento al SARS-COV2, que se traducen en el desarrollo de útiles para la protección humana, equipamiento médico y campañas de comunicación para la prevención de la enfermedad y la promoción de las acciones asumidas por el sistema de salud, las autoridades del gobierno y los centros para la investigación y el desarrollo de medicamentos y kits de diagnóstico.

El abordaje conceptual y prototipado de un respirador artificial Hecho en Cuba, es el fruto del trabajo conjunto y en tiempo récord de un equipo que formaron, entre otros, productores, diseñadores y desarrolladores.
Pero los enfoques actuales del desarrollo han de ser modificados. El crecimiento de la economía no deberá sustentarse solo en la reducción de la desproporción entre la oferta y la demanda de productos, sino ―con una visión prospectiva, más allá de suplir las carencias conocidas― con la capacidad de visualizar a futuro aquellas necesidades que tributen en primera instancia a una mejora de las condiciones de vida de nuestros ciudadanos.
La integración consciente del sector estatal y el no estatal, y los encadenamientos productivos a que nos llama la alta dirección del país deben ser incluidos en la agenda de todas las organizaciones vinculadas con la generación de bienes y servicios. En este sentido, resulta vital la creación de alianzas entre desarrolladores y productores así como los vínculos entre las empresas estatales y los emprendimientos no estatales, que propicien los necesarios encadenamientos productivos para dar respuesta a dichas necesidades, eliminando las trabas burocráticas y creando los mecanismos legales que los viabilicen.
La disponibilidad en el mercado de productos y servicios de alto estándar en la indisoluble dupla CALIDAD-DISEÑO, ha de ser el indicador incuestionable de nuestro progreso económico y, como resultado, de la prosperidad que confirma la justeza de nuestro modelo de desarrollo.
La expresión evidente en cultura de diseño de cubanas y cubanos estará signada, indiscutiblemente, por la posibilidad de acceder a productos y servicios bien diseñados. Además, puede ser potenciada a través de la impartición de nociones de diseño desde las edades tempranas de la formación del individuo, así como mediante la presencia sistemática de contenidos de diseño en los medios de comunicación. De igual modo, los mensajes que se emitan a través de los medios audiovisuales y las plataformas digitales deben contar con un alto estándar de calidad en sus soluciones gráficas y recursos de animación, que favorezcan la comprensión de los contenidos a la vez que transmitan valores éticos y estéticos a los ciudadanos.

El conjunto cerámico Trópico, del diseñador Luis Ramírez, con formas y colores agradables, defiende la belleza y versatilidad de los productos de uso cotidiano. Su cerámica esmaltada está apta para contener tanto té como jugos cítricos, sin afectar el ph del contenido. En la misma jarra se acopla el exprimidor que, invertido, funciona como tapa.
Para el logro de tales fines la vinculación de todos los actores que trabajan en función del desarrollo del Diseño, ya sea como estrategia, proceso o actividad creativa, debe articularse en el entramado de un sólido sistema de Diseño, con una clara definición de sus actuaciones, competencias y relaciones de interdependencia. La integración consciente de dicho sistema con el entramado productivo, las ofertas de servicios, la comunicación eficaz de los mensajes políticos y de bien público, así como con un universo de usuarios con capacidad de discernimiento al momento del consumo, son los hitos a alcanzar en una sociedad en que el Diseño Cubano sea valorado y asumido como piedra angular para el desarrollo económico y la prosperidad a que aspiramos como país.
Jaime Franky, en su texto El arte de diseñar… entre otras quijotadas, plantea: “el diseño industrial será reconocido en un país cuando aparezca en las páginas económicas de los periódicos y no solo en las páginas culturales, y será importante cuando se haga diseño para la gente y no para los diseñadores”. Y añadía que su fortaleza dependerá de la articulación del aparato productivo que contribuya a su desarrollo.
Nos sumamos a la lógica de pensamiento de este colega latinoamericano, amigo entrañable del diseño cubano y sus diseñadores, añadiendo que lo que nuestro país demanda está en relación directa con la presencia del diseño en todos los contextos, en tanto los ciudadanos cubanos y los visitantes de otras latitudes se encuentren rodeados en los ambientes domésticos, laborales, institucionales y de ocio de espacios, objetos y comunicaciones de alto nivel de diseño, que resulten a la vez amigables y disfrutables por los usuarios, consumidores o clientes según corresponda. Pero, sobre todas las cosas, se trata del diseño reconocido e integrado de modo total a la economía, como fuente de valor añadido, que impacte los indicadores de desarrollo a partir de su contribución no solo al valor de uso, sino además al incremento de los ingresos, las exportaciones y sus aportes tributarios.

El aula de estudio de la Empresa de Mármoles Cubanos, Roca real es una propuesta del grupo de proyectos Proporciones y se trabajó con el objetivo de darle un enfoque contemporáneo y hospitalario al tradicional espacio de la sala de conferencias. El mobiliario cómodo y la ambientación más desenfadada propician el desempeño óptimo de las actividades en el espacio.

Cartel de la diseñadora Liz Capote, primer premio del Concurso Internacional de carteles #NoMásBloqueo.
Como en otros trabajos de este corte, apelo nuevamente a sueños y aspiraciones compartidas con maestros y colegas de la vida y de la profesión. Como se apunta arriba en la voz de Jaime, sería bueno encontrar, por ejemplo, que en nuestros diarios ―sean impresos o digitales y, a futuro, de otras maneras que aún desconocemos― el diseño ocupe un espacio de valor noticioso en sus páginas y en los home page de las webs, no desde un afán ególatra, sino desde la certeza de su valor como pilar estratégico del desarrollo que hemos de acompañar, para la prosperidad y sostenibilidad que Cuba merece, y puede alcanzar, en la vida de sus cubanas y cubanos.

Mejor Diseño es igual a mejor país.