Un calzado a la horma del diseño
Por Roberto Miguel Torres
La sabiduría popular, hija pródiga de lo empírico y lo social, muy pocas veces se equivoca. No por gusto, aquella abuela, quizás, de “pocos estudios” y mucho saber entendía el momento preciso de corregir el rumbo al intruso, con su siempre certero, “zapatero a su zapato”.
Zapatero, a su diseño
Es la Oficina Nacional de Diseño (ONDi), la encargada de atender determinadas estrategias nacionales, que asocia el diseño a la industrialización, la calidad y la innovación. Un saber hacer que le responsabiliza con una parte del desarrollo y la prosperidad deseados. Durante el último lustro, su incidencia más directa ha sido hacia el Ministerio de Industrias, al que responde ante demandas específicas como la que recientemente realizaría el Grupo Empresarial de la Industria Ligera (GEMPIL) con el objetivo de promover una mayor calidad del diseño en la industria del Calzado.
Como resultado, la Dirección de Registro y Desarrollo Profesional, encargada de fomentar espacios de transferencia de conocimientos y crear capacidades especializadas que tributen a una mayor calidad del Diseño, convocó al Taller para Perfeccionar las Herramientas de Evaluación de la Calidad del Diseño en la Industria del Calzado, con la participación de otras direcciones de la institución, como las de Evaluación y Comunicación, que tuvieron un impacto directo en la composición de los grupos de trabajo relativos a la Evaluación y la Mercadotecnia. Dentro de este proceso de gestión, el eslabón que conectó a la Oficina con la industria fue la integración de la diseñadora Bárbara Ilien Fiffe cuya experiencia en el calzado se conoció a partir de la información que aporta el Registro Nacional de Diseño, base de datos que gestiona la ONDi.

El Taller que, tuvo lugar durante la segunda quincena de marzo, se realizó como continuidad al diagnóstico previo de Diseño realizado a la Empresa de Calzado COMBELL, organización que gestiona toda la producción del calzado dentro del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (GEMPIL), según explicó Carmen Gómez Pozo, directora de Registro y Desarrollo Profesional en la ONDi. La directiva destacó como uno de los principales objetivos la coproducción de contenidos y herramientas “que permitan generar una plataforma de trabajo para directivos, especialistas, diseñadores, investigadores, artesanos y los espacios de formación relativos al sector, otras empresas y emprendedores. En tal sentido, la participación del Centro de Investigación y Desarrollo de la Industria Ligera (CIDIL) –dijo- devino un eslabón muy valioso hacia consolidar la cadena de resultados futuros”.
Para una mayor calidad en el diseño del calzado en Cuba, fue el título de la conferencia con que la propia Gómez Pozo invitó a los participantes a volver la mirada hacia los paradigmas del Design Thinking, en aras de ser empáticos y proactivos, así como destacó la necesidad de generar soluciones realistas y efectivas desde la industria, adonde el diseño podría llegar como fuerza retadora de las rutinas productivas.

El Taller puso la mira en tres direcciones que resultan importantes en los procesos de evaluación, clasificación de tipologías de calzado, así como en las herramientas para conocer las demandas del mercado desde la perspectiva del usuario y no desde el cliente. Otro de los objetivos del Taller fue el perfeccionamiento del Sistema Nacional de Evaluación en lo referente al calzado. En tal sentido, se trabajó en equipos que abordaron estas y otras temáticas de interés.
Al cierre del encuentro, que por un par de semanas tuvo tanto sesiones físicas como virtuales, Patricia Rivera miembro del equipo del CIDIL, agradeció el espacio “para contrastar nuestra visión con la de otras instituciones, y lograr así una mayor comprensión de los problemas que enfrenta la industria. Todo ello nos ofreció una panorámica correcta de los procesos para delinear estrategias, que a mediano y largo plazo permitirían concretar resultados. Del Taller –dijo la recién graduada de Diseño Industrial- nos llevamos aprendizajes, experiencias y preocupaciones que fueron trasladadas a la dirección del CIDIL, a la que planteamos nuestra disposición para trabajar de conjunto con la Empresa del Calzado COMBELL, en el desarrollo de nuevos productos”.
Por su parte, Isbel Daria Paredes, quien coordinó otro de los equipos de trabajo junto al experto en Evaluación y Diagnóstico Alejandro Ojeda Hernández, precisó que el calzado, como producto indispensable en nuestras vidas, merece especial atención. La Industria –dijo- puede generar productos que respondan a una necesidad y problemas objetivos de nuestra población, así como a los requerimientos de la exportación. Asimismo, la diseñadora Alelí Lorenzo Reyes quien fue líder del Taller -también de la Dirección de Evaluación- concluyó que “con este taller se han elevado nuestras expectativas en cuanto al calzado, la meta será cubrir algún día todas las tipologías analizadas, de acuerdo a grupos específicos de usuarios y según sus características y necesidades”.

Salir con el calzado derecho
El tema de la atención al proceso del envejecimiento poblacional y al adulto mayor también constituye una de las líneas de trabajo de la Dirección de Registro y Desarrollo Profesional de la ONDi, al decir de la arquitecta Dalvis Bacallao Borroto, miembro de ese equipo desde el cual coordina el Programa VIAS, que bajo el lema “Diseño de entornos amigables”, se enfoca en cuatro líneas estratégicas: Visión, Innovación, Acción y Sociedad. Su objetivo es generar espacios para la formación de capacidades especializadas en la gestión del diseño que atiende la dinámica poblacional, a partir del análisis, la investigación y la intervención sostenible de espacios, productos y entornos saludables.

Precisamente, en la conferencia inaugural El pie y el calzado: un acercamiento al tema, el doctor Pedro Fernández abordó el tema y ofreció una panorámica a los participantes sobre los efectos beneficiosos y perjudiciales del calzado al ser humano. En su intervención, describió desde el punto de vista ortopédico, los factores determinantes a la hora de diseñar y producir calzado, desde y para la salud, así como ofreció relevantes indicadores médicos a la hora de generar calzado según rangos etarios y necesidades especiales.

El también máster en Ciencias Médicas refirió sobre la necesidad de diseñar y producir un calzado acorde a la ergonomía del pie en cada etapa de nuestras vidas y “teniendo en cuenta el peso que cae sobre el talón, el metatarso o la planta del pie durante la marcha”, el cual –dijo- puede rondar los 80 kilogramos, si el calzado no logra la distribución correcta de ese peso, lo cual provocaría caídas o afectaciones a mediano o largo plazo en huesos y articulaciones. De manera especial señaló, que es el adulto mayor, un usuario que precisa de una mirada más cercana y certera, al constituir un segmento de población vulnerable ante un diseño incorrecto del calzado.
En tal sentido, la Oficina Nacional de Diseño (ONDi) se ha venido sumando, desde hace algún tiempo, a otras instituciones que abordan con preocupación el estudio del ciclo de vida y genera estrategias para implementar un diseño promotor del envejecimiento saludable, inclusivo y sostenible. Atados al desarrollo económico y social, se destaca entre las prioridades de una ONDi, la gestión de un diseño que mira al futuro del país, ahora desde el calzado y atendiendo los elevados índices de envejecimiento poblacional, mañana donde quiera que se precise diseño y prosperidad.
Será por eso que, a su manera cubana y directa, aquella abuela de “pocos estudios” y mucho saber, resumía que hacer está bien, pero si bien lo quieres, es mejor saberlo hacer. Mucho más tarde, aquel pequeño que hoy piensa desde el diseño, entiende de especializaciones y Know How. Pero lo cierto es que fue la abuela aquella, quien por vez primera mostraría el verdadero camino del saber hacer con su “zapatero a su zapato”.

